Los préstamos y las tarjetas de crédito son un método de pago que facilita las compras de un producto o servicio inmediatamente y que de otra manera quizás sería difícil adquirir. Usados de manera correcta y controlada son una ayuda inmediata. Considerarlos como efectivo en nuestra cuenta, es una visión incorrecta que nos puede traer problemas en el futuro.
Al obtener un crédito o utilizar una tarjeta de crédito, se forma un historial crediticio que facilita cumplir metas: comprar una casa, tener un automóvil, abrir un negocio propio. Al cubrir o pagar esa deuda de manera constante generas un historial positivo. Pero cuando la tarjeta comienza a tener un antecedente de deudas, este historial se convierte en un aspecto negativo para las entidades financieras que nos prestan dinero, ya que, definen que el solicitante no paga sus deudas y es un usuario poco recomendable para un crédito mayor.
Si bien adquirir una deuda no necesariamente es negativo, cuando nos impiden la flexibilidad en la administración del dinero pueden convertirse en un dolor de cabeza. Por esto, liberarse de ellas lo más pronto posible o al menos minimizarlas, ayudará a lograr mayor seguridad financiera.
Existen varias alternativas para sanear nuestras deudas, siendo las más comunes:
La consolidación de deuda es la agrupación de varias deudas en una sola con el fin de simplificar los pagos. Ahora existirá un solo pago mensual concentrado en una sola cuenta con una tasa de interés idealmente más baja. Cuenta con la ventaja estratégica de ayudar a tener mejor control y administración de tus finanzas y puede funcionar cuando se le debe a diferentes instituciones financieras o a la misma.
Existen algunos puntos a tomar en cuenta:
La reestructuración de deuda implica llegar a un acuerdo con la institución financiera para negociar el plan de pago. Esta acción favorece tanto al banco como al deudor, ya que, los bancos no incurren en honorarios legales para exigir sus pagos y el deudor puede cubrirla de manera más accesible.
Reestructurar la deuda implica 3 cosas:
La consolidación de deudas es recomendable si constantemente olvidas la fecha de corte o de pago de los diferentes créditos que tienes y prefieres tener una única cuenta. También contribuye a reducir la cantidad que pagas por intereses o comisiones en diferentes créditos.
La reestructuración te puede ayudar a pagar una mensualidad menor, si estás teniendo dificultades para cubrir todos tus gastos en el mes.
En general, es importante saber que las mejores condiciones para negociación generalmente se ofrecen a quienes no han dejado de pagar o no han tenido retrasos. Si esperas hasta que ya te es imposible pagar, puedes perder las mejores oportunidades.
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