Antes de empezar, contestemos, ¿qué es la tasa de referencia? Es el porcentaje de interés al que presta dinero el Banco de México, como parte de su estrategia de política monetaria, ¿suena complejo? Tal vez un poco, pero no lo es tanto, lo que en realidad significa es que sirve como base para determinar las tasas de interés a las que los demás bancos prestarán dinero a empresas y particulares.
Un movimiento en la tasa de referencia es una de las herramientas de política monetaria con las que cuenta el Banco de México y, en general, todos los bancos centrales del mundo.
A nivel internacional, sirve para mantener el atractivo de la deuda mexicana y los flujos de capital extranjero hacia el país, es decir, funciona como una variable de ajuste ante un contexto de aversión al riesgo internacional, en pocas palabras, se vuelve atractivo para cualquier entidad extranjera que busque invertir en México.
Y a nivel Nacional, sirve para incentivar o desincentivar la inversión y el consumo. Si la tasa sube, el costo de los créditos (por ejemplo, tarjetas bancarias) será mayor, mientras que si la tasa baja, los bancos aplicarán menores tasas de interés, funcionando como un indicador de la situación económica del país.
Recientemente, el
Banco de México decidió incrementar su tasa de interés en 75 puntos base para situarla en 8.5%, en línea con las expectativas del mercado y a la par de la Reserva Federal de Estados Unidos. Históricamente, desde que se adoptó la tasa de interés como objetivo operacional en 2008, nunca se había realizado un incremento a la tasa mayor a 50 puntos base. Como referencia, hace un año, la tasa de referencia era de 4.25%.
Esto presenta preocupación en quienes tienen una tarjeta de crédito, compraron una casa o un auto, ya que pagarán sus deudas conforme esta tasa de interés. Mientras que para quienes tienen una cuenta de ahorro o de inversión, la institución financiera les da un beneficio económico más alto a manera de intereses.
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